Supongo que sí.

Y sinceramente me pregunto si ellos también sienten ese ligero cosquilleo en sus estómagos. Si se les escapa una sonrisilla cuando escuchan nuestros nombres en boca de otros. Si esperan ansiosos a que nos conectemos. Si piensan en nosotras las veinticinco horas diarias (y digo bien, veinticinco). Si sueñan con nosotras día sí y noche también. Si te echan de menos todo el tiempo. Si ellos también analizan cada frase, palabra, sílaba, letra, que dices

Disfrutando.

Ríe hasta que te duela la barriga, salta más alto que nadie, baila bajo la lluvia, disfruta de cualquier tontería, rebózate en la arena, sal a la calle, come todo el chocolate del mundo, tírate a una piscina con ropa, cómprate esos zapatos que tanto te gustan, haz el tonto, posa como una modelo, escucha esa canción todas las veces que haga falta, hazte pasar por guiri, olvídate de los problemas, sé feliz, por cada lágrima pon una sonrisa, espanta a las palomas de un parque, ve a la playa, sé diferente, vive tu vida, llama por teléfono y estate 3 horas hablando, pasa de lo que digan tus padres, sáltate las reglas, pon la música tan alta que moleste al vecino, usa el perfume más caro, ponte guapa. Piensa que la vida esta para vivirla, no la malgastes preocupándote de absurdos problemas que nada tienen que ver contigo, disfruta con cada persona que conozcas, con cada locura.

iloveyou.

Te quiero, ¿lo entiendes? Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. Podría repetirlo hasta que mis labios se sequen y las palabras dejen de tener sentido. Podría escribirlo en francés o en chino, al revés, con letras rojas o con tinta invisible. Podría tatuármelo en la frente, para que lo vieras cada vez que me miraras. Podría hacer que un avión lo escribiese en el cielo, como en las películas, o que apareciese en el marcador, en el medio de un partido. Pero no me gustan los aviones ni los partidos, ni se hablar chino ni francés, me dan miedo las agujas y nunca supe encontrar tinta invisible

La gente dice que el amor es algo que no se puede expresar con palabras, que es algo que llega de imprevisto, que te coge por sorpresa. También dicen que no sabes muy bien cuando lo sientes o cuando lo dejas de sentir, pero que cuando lo sientes es lo más precioso que puede rondar por tu cuerpo. Yo ya no sé. Ya no sé si estoy enamorada de ti o esto que siento es sólo cuestión de la edad. Nunca me he enamorado, por eso no sé si ahora mismo lo estoy. Quizás eso de que sueñe todas las noches contigo y que estés cada minuto en mi mente es sólo una puta adicción. Puede ser que no te ame, que simplemente te quiera. También es posible que seas un capricho más, pero, tengo una duda; ¿por qué con mis otros caprichos no tengo esa sensación de dedicación total? Sí, porque cuando estoy contigo siento que lo demás no importa, que sólo estamos tú y yo. Siento que si te vas de mi lado me muero, que si estoy un solo día sin verte me come la depresión. Siento muchas cosas, y por cada cosa que siento siempre me pregunto lo mismo: "¿Estoy, realmente, enamorada de él?" Efectivamente, siempre que me hago esa pregunta me ocurre lo mismo, mi cabeza me dice que es imposible enamorarse a mi edad, que aún no puedo saber lo que es el amor, lo que es estar enamorado de otra persona. Pero mi corazón, mi corazón piensa diferente. No sé si es amor o no, simplemente sé que quiero una vida a tu lado.

Dicen que las despedidas duelen, si. Pero son mucho más dolorosas aquellas que son anunciadas de antemano. No me refiero a cuando alguien se va, si no a cuando tú ves que alguien se está yendo. Es triste ver como aunque estés al lado de alguien, notes que las distancias invadan todo el aire, que no tengas nada de lo que hablar. Acabas admitiendo que ya nada es lo que era, las locuras se pueden contar con los dedos de una mano, ya no abundan tanto las sonrisas y llega un día en el que ya no hay nada que decir. La mayoría de las veces se da un punto de inflexión, en el que te das cuenta de que las cosas se han hecho añicos. Un punto en el que te das cuenta que al poner las cartas sobre la mesa, va a dar la partida por perdida. Ese punto en el que sabes que no hay modo de volver atrás, al borde de las vías del puto tren que estaba al acecho, el punto que marca el principio de otra historia. Es inevitable.

Creo que hay que hablar menos y pensar más. Prometer menos y demostrar más. Mentir
menos y sentir más. Quejarse menos y actuar más. Que quien no busca no encuentra, que
quien no lucha no gana, y que quién no arriesga directamente ya está perdiendo.

Impotencia. Rabia. Dolor. Ira. Descontrol. Sentimientos que hacen pensar que una ya ha llegado a su límite. Que a partir de aquí ya no se puede seguir para delante. Que ya me han cortado el camino con vallas para que no continúe andando o que simplemente me han pegado un empujón para alejarme de mi trayectoria. Y llegado a este punto tan solo puedo apoyar mi espalda en la pared e irme dejando caer hasta quedarme sentada en el suelo y llorar en mis hombros cruzados.Miles de preguntas rondan por mi cabeza. ¿Quien hizo que esto ya no fuera posible?. ¿Quien fue el que me robó la paciencia y la pisó en mi cara?. ¿Quién me hizo sentir que ya no puedo más, si yo sé que aún así puedo seguir para delante?. 

Y ahora que me estoy aferrando a la caja de pañuelos que parece que va a acabarse pronto pero mis ganas de llorar...no han llegado a su fin, voy a levantarme y con mis ojos llenos de lágrimas y mi cara que refleja mi presión mental y mi impotencia anímica, y voy a seguir para delante. Ahora voy a ser yo la que a parte del camino a la gente que me está impidiendo ser feliz. Voy a abandonar los recuerdos que me hacen sentirme susceptible y voy a arrancar mi mueca triste para ponerme una sonrisa en la boca. Aunque duela, solo esto lo puedo hacer yo. Aunque duela, ante esta situación estoy sola y solo yo voy a cortar con esto por lo sano.