domingo, 13 de noviembre de 2011

Peter Pan.

Sí, campanilla, la de Peter Pan. La olvidada campanilla. A muy pocos le importaban los
sentimientos de campanilla, todos los niños querían que Peter se fuera con Wendy, la chica
encantadora que le cosió su sombra a los pies, que le dejó la medicina cuando ella decidió
hacerse mayor y dejarle.. Oh, qué gran persona. ¡Y una mierda! ¿Crecer? No te importa
crecer si tienes al amor de tu vida para siempre al lado tuyo… El verdadero amor era el de
Campanilla, que arriesgó su vida bebiéndose la medicina envenenada para que no muriera
Peter, y todo... ¿Para qué? Para que él la empujara, para que él sólo se fijara en la bonita niña
de rizos indefinidos y un beso en la comisura derecha…Sin duda alguna, Peter Pan es uno de
los cuentos más sinceros que nos contaban de pequeñas respecto al amor. Nada de zapatos de
cristal que no se rompen, nada de besos que rompen maldiciones ni castillos protegidos por
dragones…
Sino una chica enamorada de un chico que solo quiere a otra...

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