sábado, 17 de marzo de 2012

dospalabrasocholetras.

Solamente quería susurrarte que estoy aquí, aunque bueno, en realidad donde me gustaría estar es allí. Poder decirte cosas y no tener que escribírtelas, poder verte y no tener que recordarte, poder vivir y no tener que soñar. Pasear por esas calles repletas de gente, quizá sin hablar o quizá sin callar, pero contigo, esa sería la idea principal de aquél comentario de texto que todavía no me he permitido redactar. Tendría toda la coherencia, cohesión y adecuación que hay en el mundo, toda la que nos falta a ti y a mi, aunque he de confesar que me gusta más como suena a nosotros. Las palabras que mis manos deciden escribir van por delante de lo que llego a imaginar, no te asustes, que para eso ya está mi corazón. Que sí, que ya lo sé, que no tiene sentido escribir para ti, pero lo siento, últimamente mis dedos solo bailan sobre estas teclas si eres tú quien los inspira, no me preguntes porqué, que yo tampoco lo entiendo, tal vez, algún día ellos te lo expliquen, yo no sabré qué decirte. Cada vuelta que la manecilla del segundero da al reloj pienso que ya queda menos, ¿para qué? Todavía no lo sé seguro, pero te apuesto mis lunares a que tú formas parte de ello, sea lo que sea.

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